jueves, 28 de noviembre de 2019

FOL, 11 Noviembre

ECONOMÍA COLABORATIVA

La economía colaborativa se refiere a un grupo de intercambios o transacciones que son realizados de persona a persona, en lugar de empresa a persona.

Aunque estos intercambios se pueden dar de diversas formas. El desarrollo de plataformas online, lideradas en su mayoría por startups, han conseguido simplificar las transacciones y llegar a un mayor número de personas.
En ciertas ocasiones no existe dinero de por medio, sino más bien un intercambio por trabajo u otro bien material. En pocas palabras, se realiza un trueque. Y se trabaja bajo la idea de que “lo mío es tuyo”.

  • Intercambio de favores, trueque e incluso donación directa y desinteresada de productos que no se quiere que acaben en la basura es extraordinaria. Los mercadillos de segunda mano e intercambio se extienden por doquier. Es el segundo modelo de consumo colaborativo que se ha venido en llamar mercados de redistribución. Redistribuyen los bienes usados o adquiridos de donde no se necesitan a donde sí se necesitan y por quien sí los necesita. Gratis, por intercambio o por venta.

  • Crowdfunding, es financiación en masa, microfinanciación colectiva o micromecenazgo para sacar adelante proyectos que no encuentran financiación tradicional (bancaria, créditos oficiales…) y que consiguen hacerlo a través de numerosas aportaciones de importe, en general, reducido. Con un precedente en las donaciones, la microfinanciación colectiva ha alcanzado una enorme difusión gracias a Internet y las redes sociales, así como a la mejora y facilidad de las tecnologías de pago por la red. La web Crowdacy recoge más de 60 plataformas de financiación colectiva, aunque algunas en fase beta o de lanzamiento.

  • Coworking, se define como “una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores y pymes de diferentes sectores compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos profesionales de manera independiente, a la vez que fomentan proyectos conjuntos”. La clave, más allá de ayudar a superar el aislamiento que supone trabajar en casa a trabajadores independientes y microempresas y compartir espacios físicos y servicios, está en que se genere un sentimiento de pertenencia a una comunidad, se pongan en común competencias de cada uno, se establezca una relación social entre los participantes y se aporte a ella de forma horizontal, distribuida y colaborativa (por ejemplo, en forma de tiempo de servicio a la comunidad que enriquece a todos). Pocos espacios y proyectos de coworking son realmente de economía compartida y no todos los espacios autodenominados así, centros de negocios o incubadoras de empresas son espacios reales de coworking colaborativo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

FOL 3