sábado, 30 de noviembre de 2019

FUTURO DE LAS PENSIONES

FUTURO DE LAS PENSIONES

Dentro de 30 años buena parte de la generación milenial que en pocos años será más del 50% de la fuerza laboral, estará a las puertas de la jubilación.

España es el país europeo más preocupado por sus pensiones. Algo que el barómetro del CIS puso de relieve en marzo cuando las pensiones irrumpieron entre los cinco principales problemas de los españoles. En concreto, el 15,5% de los ciudadanos consideraban las pensiones como una de sus tres principales preocupaciones, una cifra que prácticamente duplicaba la ‘preocupación’ del mes anterior.
Un máximo histórico en 30 años que pone de relieve que, con las pensiones, el futuro está más presente que nunca. Más si tenemos en cuenta que España es uno de los países más ‘generosos’ con ellas, muy por encima de la media europea. Según los datos del informe ‘Ageing Report’ que elabora la Comisión Europea, España es el país con mayor tasa de sustitución en sus pensiones públicas de toda la Unión Europea.
Dinamarca u Holanda se sitúan en el extremo contrario con unas pensiones públicas contributivas por debajo del 30% del último salario. En ellos, la principal fuente de renta son los planes de empresa. Un modelo que poco a poco va ganando posiciones si tenemos en cuenta que, incluso un sistema de pensiones tan extendido como el español esconde ciertas debilidades que nos obligan a ser precavidos y empezar a asumir una concepción de la previsión diferente.
En primer lugar, porque aumenta la esperanza de vida casi en la misma proporción que desciende el número de nacimientos, un ‘mal’ que padece toda la UE. Una relación que incide directamente en el futuro de las pensiones, ya que el sistema español se basa en las cotizaciones de las personas que están en activo, que son las que aportan los 9.598 millones de euros mensuales que necesitamos para pagarlas, cifra que se refiere al mes de abril y que supone un 7% más que en abril del año pasado.
Es decir, el sistema de pensiones español se basa en un modelo de reparto, donde los ingresos por cotizaciones sociales de los trabajadores sirven para pagar las pensiones de los jubilados del momento. Esto significa que nuestra nómina no paga nuestra pensión, sino que cotizamos para pagar a los que ya se han jubilado. Por eso es tan importante la anticipación, pues son muchas las variables que, junto con la demografía, pueden afectar a nuestra pensión futura.
Un escenario en el que no solo hay que pensar en 30 años, especialmente si tenemos cuenta que la generación más abultada del siglo XX, la del Baby Boom (nacidos entre finales de los años cincuenta y ochenta del siglo pasado) está a las puertas de la jubilación. Un futuro inmediato que pone de relieve que el modelo de previsión público debe adaptarse a esta nueva realidad. España no es una excepción: en 2050 habrá 76 jubilados por cada cien trabajadores.
Independientemente del modelo, es aconsejable tener una previsión de cuánto cobraremos al jubilarnos. Un cálculo del que, inevitablemente, surgirán dudas: ¿será suficiente? Por poner un ejemplo: una persona que hoy tiene 45 años y tiene un sueldo de 32.000 euros brutos anuales, cuando se jubile tras cotizar 35 años, percibirá alrededor de un 60% de su último salario. Complementar esta cantidad con algún plan es fundamental para continuar con un estilo de vida similar al que ha llevado mientras trabajaba.
Lo cierto es que, cada vez más, y con el objetivo de disfrutar de una época pensada para tal fin (y no solo para ir tirando), son muchas las personas que están apostando por complementar su pensión pública con un sistema de ahorro privado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

FOL 3